Hoy en día quizá una de las causas de los
principales problemas que afronta el hombre, es el conflicto entre los roles
que cumple tanto en el ámbito laboral como en el familiar. Parece muchas veces
un sueño lejano, una meta inalcanzable el poder conciliar estas dos esferas de
nuestras vidas, y complementarlas como debiera ser, llegando a alcanzar el
equilibrio deseado. Pero, ¿existe realmente tal incompatibilidad de roles? A la
luz de la realidad pareciera que sí, pero si nos detenemos en un punto neutral
y somos más objetivos, veremos que el trabajo y la familia pueden llegar a ser
perfectamente compatibles si se tienen claros nuestros objetivos y planes de
vida.
Ideas preconcebidas…
Generalmente se habla de sacrificios en
algunos aspectos de nuestra vida al momento de decidir lograr éxito en otros.
Las personas solteras cada vez aplazan más la fecha para formar una familia con
el fin de realizarse profesionalmente, mientras que las que tienen una familia
se tienen que conformar con haber llegado a la cima de sus esfuerzos. En otras
palabras, si se pone más dedicación a un aspecto, descuidamos el otro y si consideramos
que ambos son fuente importante de autorrealización, la idea de estar entre la
espada y la pared pareciera más que real.
Se habla también que los conflictos generados
van a ser distintos, si es que este tiene su origen en el trabajo influyendo en
la familia, o si es que es generado en la familia influyendo en el trabajo.
Dentro de las causas del conflicto tenemos: En el ámbito laboral: presión por
el cumplimiento de plazos, características de la tarea, horario de trabajo (trabajo extra), problemas
de relación con superiores, etc.; mientras que en el ámbito familiar: problemas
económicos, tareas domésticas, nacimiento de un hijo y eventos inesperados como
la muerte de algún miembro. Sean cual sean las causas, sumadas al mal manejo
del conflicto, las consecuencias repercutirán en nuestro bienestar físico y
emocional; una de ellas el estrés laboral con todo lo que involucra.
Buscando el punto de equilibrio…
Es difícil no considerar al conflicto como
parte de la relación trabajo-familia, ya que en algún punto necesariamente
surgirá; sin embargo si se asume desde una perspectiva más abierta a la
diversidad e interrelación de funciones que cumple el ser humano desde su rol
personal y profesional, podemos ver que el trabajo también puede enriquecer la
experiencia de la vida familiar, y viceversa.
Desde las habilidades y destrezas que
desarrollamos en el ámbito laboral, hasta los recursos materiales que obtenemos
de él, son muchos los aspectos positivos que este puede aportar al ámbito
familiar. Son sobre todo la satisfacción, seguridad y habilidades de
interrelación las que podemos trasladar de una esfera a otra, siendo la
principal condición y ventaja la flexibilidad que incluye la posibilidad de
variar tiempo y espacio de la propia actividad. Si cada rol de la vida de una
persona es importante y si las habilidades que desarrolla de un aspecto son
congruentes con las necesidades del otro, entonces se sumarán positivamente.
En pos de la conciliación…
Si queremos llevar una relación más armónica
entre estos dos roles, aquí algunas recomendaciones en 2 niveles:
A nivel personal:
Claridad de
objetivos. Tener objetivos claros y un plan
estratégico definido nos ayudará a determinar si estamos en el lugar y el momento
adecuado. Desempeñarnos en un lugar que nos haga sentir satisfechos, y cuyos
objetivos se encuentren alineados a los propios, nos ahorrara gran parte del
camino en búsqueda del equilibrio entre estos dos aspectos.
Organizarse
es la clave. La capacidad de organización, es
también uno de los aspectos importantes a desarrollar al momento de dar
prioridad a las distintas tareas que realizamos en ambos terrenos.
Calidad
antes que cantidad. Si bien,
son más horas las que pasamos en el trabajo, es importante poder desarrollar
actividades junto con la familia en los tiempos libres, lo cual no solo
contribuye a fortalecer la relación sino también al bienestar personal.
A nivel organizacional:
A pesar de que hoy en día cada vez se le da
más valor a las personas y a su desarrollo tanto profesional como personal,
existen organizaciones que aún no toman las medidas necesarias para buscar
formas de conciliación entre estos 2 ámbitos. Algunos aspectos sobre los que se
tiene que trabajar son:
Jornada
laboral. El respeto del horario de
trabajo no solo debe venir por parte del trabajador sino también de la empresa.
Es fundamental crear una cultura organizacional en la que se valore el
desempeño de la persona dentro de la jornada laboral y no fuera de ella.
Planes
vacacionales. Crear políticas de trabajo en
las que se respete el tiempo de vacaciones asignado a cada trabajador, y en las
que se incentive y en muchos casos obligue a tomarlas a su tiempo ya que hoy en
día es común ver la compra y venta de ellas en algunas empresas.
Programas de
incentivos y recreativos. Si el
trabajador se siente motivado y satisfecho con su trabajo es por seguro que
esto lo trasladará al ámbito familiar, y no solo eso, sino que repercutirá en
un mejor desempeño. Velar por el desarrollo de las personas hoy en día se ha
vuelto factor clave para el desarrollo de las organizaciones. Finalmente
tendríamos así un círculo que se retroalimenta constantemente y en el cual
ninguno de sus componentes debiera ser indesligable: “Mejores personas, mejores
familias, mejores organizaciones”.
Ps. Mary Rodriguez
Aquí les dejo algunos enlaces de notas y videos en los que sale publicado el artículo:
http://www.infocapitalhumano.pe/articulos.php?id=452&t=trabajo-y-familia-enemigos-intimos
Nota en el Comercio (edición impresa) Jueves 25 de Abril del 2013
Nota en el Comercio (edición impresa) Jueves 25 de Abril del 2013
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