La elección vocacional no es una
decisión que surge de la noche a la mañana para decidir nuestro futuro; por lo
contrario, involucra todo un proceso de construcción que se inicia desde que
somos pequeños, donde intervienen, nuestros gustos, intereses, habilidades,
necesidades, entre otros factores, todos ellos relacionándose unos con otros para finalmente
llegar a la decisión de seguir tal o cual carrera. Desde pequeños, nuestra
vocación está determinada por la fantasía que expresa necesidades básicas en el
juego de roles, como por ejemplo, el querer ser doctor, policía, maestro, etc. Esta
fantasía cambia un poco al llegar a la adolescencia, donde nuestra vocación va
estar más en función a nuestros gustos e intereses, para finalmente a partir de
los 18 años aproximadamente, considerar también aspectos más importantes al
momento de confrontar nuestras necesidades, gustos, habilidades e intereses con
las oportunidades que nos brinda la situación real.
Si bien la edad es un
factor relativo, ya que cada persona tiene su tiempo interno, en muchos casos podría
ser un indicador de cuando puede estar totalmente apta para asumir una decisión
madura que involucre todos los aspectos ya mencionados. Esta elección
vocacional no es solo un evento propio de la adolescencia al terminar el
colegio, sino también por diversas causas, se puede llevar a cabo en diferentes
etapas de nuestras vidas; sin embargo es en esta etapa en especial en que se presenta
con mayor índice, pero también con mayor incertidumbre y temor a lo que vendrá.
Adolescencia: Un mundo de contrastes
En el adolescente, esta elección
implica una crisis de identidad, entendiéndose a ésta como la oportunidad de
crecimiento e independencia en contraposición a sus
sentimientos de tristeza y miedo por el término de una etapa y el inicio de una
nueva y desconocida, que puede resultar amenazante. La persona se siente aquí
en un estado intermedio, entre adulto y niño, con grandes deseos de autonomía e
independencia pero aún con miedo de lo que pueda venir adelante, convirtiéndose
en una de las dificultades para lograr una elección madura. Otros factores que
también intervienen en esta etapa y que dificultan el proceso de elección son
los siguientes:
Ø Diversidad
en la oferta educativa: Hoy en día, el aumento de Universidades y
de carreras se ha dado de una manera vertiginosa, creando así una barrera más
para que el adolescente pueda clarificar sus dudas. Actualmente existen
carreras similares, como por ejemplo en el área de negocios que años atrás,
abarcaba carreras como contabilidad, administración de empresas, turismo y
economía; hoy en día abarca además carreras como mercadotecnia, negocios
internacionales, hotelería, relaciones públicas, finanzas, informática, etc.
Ø Idealización
de profesiones: El adolescente suele tener expectativas que no
van acorde a la realidad, esperando por ejemplo, culminar pronto la carrera
para ganar dinero y tener un puesto importante, sin considerar los años de
estudio, dedicación y experiencia, lo que puede más adelante crearles una
crisis aún mayor, al toparse con una realidad totalmente distinta, o hacer que
no concluyan lo que empezaron.
Ø Darle
prioridad a sus intereses sin tomar en cuenta sus habilidades: En esta
etapa suelen priorizar sus gustos e intereses, sin tomar en cuenta sus
aptitudes y habilidades para determinadas carreras, lo que puede llevarlos más
adelante al fracaso y desmotivación.
Ø Elegir para
el presente y no para el futuro: Muchas veces, por la presión que
siente en el entorno de seguir una carrera, el adolescente puede optar por
responder a esa presión, tomando una decisión equivocada, solo por el deseo de
querer salir de esa situación ya.
Todo cuenta y vale
Para aminorar el efecto de estos
factores, existe una serie de elementos a considerar en este proceso de
construcción, ya que hay que recordar que esta elección forma parte de nuestro
proyecto de vida, de lo que queremos para nosotros en el futuro. Estos
elementos son:
Ø Historia
de vida: La cual incluye, las experiencias y relaciones
que se ha tenido con personas significativas, y que van modelando nuestra forma
de tomar de decisiones. Es importante aquí analizar cómo se ha venido tomando
decisiones a lo largo de nuestra vida, y si es que esta elección vocacional
está influenciada por nuestros padres y/o amistades.
Ø Intereses: En este
punto se torna importante, clarificar qué es lo que nos interesa o gusta y que
no, ya que una actividad que nos interesa, hace más fácil el adquirir
compromiso y dedicación.
Ø Habilidades: Es
importante reconocer qué es lo que sabemos y lo que no, qué es lo que hacemos
bien y que no pero sobre todo, los que nos cuesta aprender para ir acortando
esa lista de alternativas y aproximarnos cada vez más a la que calce con
nosotros.
Ø Personalidad:
Conocernos a cabalidad, saber cuáles son nuestras características de
personalidad, cómo reaccionamos ante determinadas situaciones, esto se torna
crucial ya que ciertas características pueden favorecer el desempeño en un área
determinada o por el contrario, ser contraproducentes.
Ø Expectativas
de futuro: Saber qué es lo que buscamos en una carrera y qué
es lo que pretendemos obtener con ella nos ayudará a aclarar el panorama frente
a la diversidad académica.
Ø Aspectos
de la realidad: Tener en cuenta nuestra situación socioeconómica,
personal o familiar, nos ayudará a tomar
una decisión más madura y posible.
SOS… ¡No estás solo!
El ser consciente de todos estos
elementos es muchas veces complicado. En este punto la familia, sobretodo el
rol que cumplen los padres, se vuelve valioso, ya que son la principal fuente
de soporte y apoyo para acompañar a sus hijos en este proceso. Acompañar, no es
imponer una carrera, ni forzarlo a tomar una decisión de inmediato, acompañar
es estar con ellos en el tiempo que les lleve este proceso, mostrando interés,
y clarificando sus dudas. Otra forma de soporte es acudir a la ayuda de
profesionales, quienes le puedan brindar una orientación vocacional, mediante
el desarrollo de pruebas y entrevistas en función a sus características de
personalidad propias, aptitudes e intereses, clarificando de esta forma más el
panorama.
Recuerda, que no estás solo y que
así como tú hay muchos otros adolescentes que están pasando exactamente lo
mismo, solo es cuestión de ser un poco más consciente de tu situación y
posibilidades, y de comenzar a pensar a futuro.
Ps. Mary Rodriguez
Aquí, algunas notas y videos donde sale publicado el artículo:
http://ojo.pe/ojo/nota.php?t=una-decision-dificil&txtSecci_parent=&txtSecci_id=9&txtNota_id=760424
Nota en el Diario Ojo (edición impresa) Viernes 19 de Abril del 2013
Nota en el Diario Ojo (edición impresa) Viernes 19 de Abril del 2013